domingo, 30 de septiembre de 2007

viernes, 21 de septiembre de 2007

Entrevista al Pepe


Pelá: ¿Qué conclusiones saca de su reunión con dirigentes de la ARU?


Pepe: tengo nueve balazos en el cuerpo ¡¿ta?!


Pelá:¿No se cansa de responder siempre cosas que no tienen nada que ver con lo que se le pregunta?

Pepe: lo único de lo que me arrepiento es de unos ojos verdes que cuando tenía 17 años me miraban y yo fui un nabo.


Pelá: esto parece un diálogo de sordos (sordos que además no conocen el lenguaje de señas).


Pepe: y estuve catorce años en cana...


Pelá: ¿Se acuerda cuando dijo que iba a estar un tiempito en el MGAP?


Pepe: fue una calentura del momento, porque soy un viejo calentón ¡¿ta?!


Pelá: ¿Al final no baja el pollo?


Pepe: ¿tas de guapo?


Pelá: mire yo sé que no tengo solapa para que me sarandée, pero no me sujete de los testículos...


Pepe: es que Ud. es un atrevido, me sigue preguntando cosas del gobierno, en lugar de dejar que yo hable de cualquier pavada que no tiene nada que ver con nada..¡¿ta?!


Tiempo atrás


Pepe: quedamo así, me bajás $10 el pollo y lo llamás pollo del Pepe...


Pollero: sí, sí, claro...


Aclaro que la foto es Tabaré con Los Simpson, evidentemente las cosas no se hacen bien en una empresa pública.

Y dejo constancia de que no tuve ninguna participación en el incidente que involucró a Carballo.

lunes, 10 de septiembre de 2007

¿Viveza Criolla? simplemente dí no...

¿En qué estaba pensando el que ideó esa propaganda del banco de Santander? Esa donde se jactan de tener un gran número de oficinas en vez de edificios altos, lo cual según la misma publicidad implica poder oir mejor a sus clientes, ¿Acaso no se han enterado de que vivimos en la era de las tecnologías de la información y la comunicación? ¿Acaso no se enteraron de las señales de humo, del telégrafo, de los mensajes de texto a programas de VTV? Aparte dicen "nuestras oficinas no están a doscientos metros de altura", ¿y?, eso lo puede decir cualquiera, en Uruguay no hay edificios tan altos. Esto solamente contribuye a aumentar la fama de brutos de los gallegos (aclaro que ya sé que Santander no es Galicia).


Como verán a continuación el Sábado pasado estuve bastante ocioso, lo cual me permitió observar zapping mediante una diversidad de tristes eventos televisivos. El primero de ellos el match entre Central Español y Cerro, donde lo más destacado fue que el jugador Damián Rodríguez fue elogiado por los comentaristas por su muestra de la más pura viveza criolla. Realizaba gestos solicitando el cambio de un jugador del equipo rival, cual si este último estuviera severamente lesionado , buscando quitarlo así del partido, ya que lo estaba complicando. Demás está decir que, como siempre ocurre, la viveza criolla se trata de la obtención de una ventaja efímera mediante una actitud poco ética por parte de quien no dispone de ventajas derivadas de su aptitud o inteligencia. El paradigma de la viveza criolla es el notero de TV (leáse Rafael Villanueva) que habla con extranjeros y simultáneamente hace comentarios incomprensibles para ellos a la cámara, por ejemplo: "un favorcito se le hace a la alemana esta...". Pero Damián Rodríguez se ha pasado de la raya, evidentemente no conoce la fábula del pastor mentiroso. ¿Qué pasa si mañana un rival sufre un paro cardíaco en la cancha? Los de la ambulancia al ser solicitados sus servicios seguramente dirán: "¡dejá! el negro ese yo lo ví la otra vez que hacía gestos y todo era fiasco, a mí no me jode".


En segundo lugar, observé que en Pizza a Carballo el susodicho llama los hogares aleatoriamente, pretendiendo obtener como respuesta un "Pizza a Carballo", evidenciando una vez más la originalidad y creatividad de quienes realizan el programa. Pero eso no es lo peor, lo peor es que en el caso que yo observé, la persona efectivamente dió un "Pizza a Carballo" como respuesta. Espero que se haya tratado de una casualidad probabilística, es decir que haya llamado al único que lo miraba (aparte de mí, pero yo no le hubiera dado el gusto de responderle eso), en caso contrario podríamos estar frente a una trágica carballización de la sociedad uruguaya.


Finalmente, pasé por el 12 donde pasaban TVR, allí abandoné un poco el temor a la carballización, me sentí aliviado, ví a Graciela Alfano afirmando que "si el pueblo argentino no confía en el jurado de Bailando ¿En quién va a confiar?", siempre hay algo peor que lo de uno. Aunque mirando la canción de parecidos de TVR y el segmento "separados al nacer" de Bendita TV uno siente pequeñez (al igual que al ver a Carballo o Rafael Villanueva). Ese tipo de diferencias son las que generan un complejo de inferioridad. Tal vez ellas expliquen el aumento exponencial del número de niños llamados Nahuel que ha ocurrido en este país, o el aumento también significativo del número de jóvenes que terminan sus frases con la palabra boludo. No es un tema menor, las calificadoras de riesgo desde hace muchos años destacan el aumento del riesgo chabón y el riesgo fierita.